Por Daniel Gismero.
Lo que determina que una clase sea en si, o para si, es la conciencia que cada compañero tiene como individuo. Es decir, en la medida en que el individuo no tome conciencia del lugar que ocupa en las relaciones de producción capitalista, y no se identifica con otros que comparten su forma de vida (salario, jornada laboral, puesto de trabajo) no tendrá conciencia de clase.
Lo que determina que una clase sea en si, o para si, es la conciencia que cada compañero tiene como individuo. Es decir, en la medida en que el individuo no tome conciencia del lugar que ocupa en las relaciones de producción capitalista, y no se identifica con otros que comparten su forma de vida (salario, jornada laboral, puesto de trabajo) no tendrá conciencia de clase.
Dicho de otro modo un
barrendero o barrendera es clase en si por el solo hecho de ser
barrendero-a, en la medida de que este compañero-a toma conciencia
de su situación de explotación y se organiza junto con otros-a
barrenderos-as, pasaría a ser clase para si, para la defensa de sus
intereses.
El próximo día 5,
tendrás que elegir entre que quieres ser, puedes elegir entre ser un
barrendero-a que lucha por sus derechos, que quiere defender su
salario, jornada y puesto de trabajo, o un simple individuo que se
conforma con lo que le cae, lo que vulgarmente definimos como
esquirol.
Querías unidad sindical,
la tenemos, querías dejar pasar el puente, lo pasamos, querías
apurar los plazos de negociación, para el día 5 estarán
prácticamente apurados. Ahora TOCA ORGANIZARSE, tomar conciencia de
lo que eres y afrontar una batalla dura, todos y todas unidos con un
objetivo claro; ni una merma salarial, ni un solo retroceso en
derechos y por supuesto garantías de mantenimiento del empleo.
Es por tanto necesario,
que te esfuerces en explicar al conjunto de trabajadores-as, la
importancia que tiene para el sector esta huelga, con argumentos y
datos (que de sobra tenemos). Hacer ver a esos trabajadores-as que
tienen que adoptar una posición que concuerde con sus intereses de
clase y no con los intereses del binomio Empresa-Ayuntamiento.
Porque una cosa debes
tener clara, esta batalla es contra las empresas que pretenden
cercenar nuestros derechos hasta reducirlos a ceniza, pero también
contra el Ayuntamiento que está subastando los servicios públicos
hasta tal punto que no le importan ni la calidad del servicio, ni las
familias que dependen de sus puestos de trabajo, ni los vecinos que
se van a ver viviendo entre la inmundicia y la basura.
En la manera que sepamos
conjugar la movilización ciudadana con la reivindicación de
nuestros derechos laborales; estaremos más cerca de la victoria. Una
victoria que será total, estará completa cuando la reivindicación
no sea única y exclusivamente economicista, es decir, por las
reivindicaciones de salarios y derechos laborales; si no también
política, porque tus derechos cuando no van acompañados de los
cambios políticos necesarios que los salvaguarden, con el tiempo y
los vaivenes de la economía, por desgracia se pierden y cuestan años
recuperarlos.
Víctor Hugo, dramaturgo
y escritor de origen francés venía a decirnos algo así como, que
si aceptas la opresión esta se termina convirtiendo en complicidad;
la cobardía por tanto es un consentimiento ya que existe solidaridad
y participación entre aquellos que te hacen el mal y el trabajador
que se lo deja hacer.
Por tanto el próximo día
cinco tu elijes con quien deseas ser solidario, si con los tuyos, con
las personas que comparten tus mismos problemas o con aquellas
personas que no tienen nada que ver contigo, con su lujosa vida de
político del PP o de Empresario de fortuna, que vive a costa de tus
madrugones, tus fríos y calores, tus finales de mes raspados y los
mohos de tu nevera.
O ERES SOLIDARIO CONTIGO MISMO Y TUS COMPAÑEROS O ERES SOLIDARIO CON LA EMPRESA Y UN FUTURO NEGRO Y MEZQUINO.
AHORA O NUNCA.
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